lunes, 30 de marzo de 2009


En la tierra de nadie, sobre el polvo que pisan los que van y los que vienen, he plantado mi tienda sin amparo y contemplo si van como si vuelven.
Unos dicen que soy de los que van, aunque estoy descansando del camino. Otros «saben» que vuelvo, aunque me calle; y mi ruta más cierta yo no digo.
Intenté demostrar que a donde voy es a mí, sólo a mí, para tenerme. Y sonríen al oír, porque ellos todos son la gente que va, pero que vuelve.
Escuchadme una vez: ya no me importan los caminos de aquí, que tanto valen. Porque anduve una vez, ya me he parado para ahincarme en la tierra que es de nadie.

1 comentario:

cadenaser.com | Noticias de Cultura